30 julio 2014

Moda y mujer


Hoy os traigo al blog unos vídeos que aunque tienen la misma temática pueden ser cuanto menos contradictorios por su tratamiento.
El primero es un vídeo realizado por Philip Scott Johnson. Se trata de un repaso de la Historia del Arte a través del rostro femenino. Es precioso desde el punto de vista artístico y a la vez una reflexión de la moda y cómo la mujer se adapta a través de todos los tiempos. La música es la Suite para violonchelo nº 1 de Bach.


El otro vídeo es la canción de la cantautora Colbie Caillat, ganadora del premio Grammy. Es toda una declaración sobre las ataduras que los ideales de belleza nos producen en la sociedad actual.


Pintar sin saber pintar

Tengo debilidad por las libretas, de cualquier clase, tamaño, encuadernadas, recicladas, con propaganda...Algunas son tan chulas que me da pena utilizarlas y las guardo para una ocasión especial. Otras las personalizo poniéndoles algún papel bonito. En este caso os enseño una libreta que llevaba grabada unas letras de una marca. Está pintada con pintura acrílica y me recuerda la paleta de los pintores. Es fácil de pintar y no tienes ni siquiera que preocuparte por manchar las hojas. Han quedado bonitas con tanto color.









24 julio 2014

Marquoir

El otro día ordenando cajas me encontré con un álbum de puntos de que hice cuando estudié EGB ( hay que ver que vieja soy ya!!) y que hacíamos las niñas en clase de Pretenología (así como suena).


En el blog de DMC se explica que los actuales abecedarios proceden de los antiguos marquoirs que utilizaban las chicas para aprender a bordar. Estos conocimientos formaban parte de la educación que recibían para ser futuras amas de casas y se transmitía de madres a hijas. Además eran una forma de que las chicas que entonces no iban a la escuela aprendieran el alfabeto.


Otros tipos de marquoirs servían para aprender los diferentes tipos de bordados. Eran un muestrario de los puntos que debían aprender. 
El estudio de estas telas bordadas arroja mucha información sobre la bordadora, si era una maestra o era una aprendiz (éstas utilizaban un solo color) y por las figuras que utilizaba se puede saber la clase social a la que pertenecía.





Este verano podéis animaros a empezar uno, ya que es una labor que entretiene mucho y no da nada de calor. Sólo necesitáis aguja, hilo y tela. Os dejo con algunos para que os inspiréis. Os prometo que en septiembre os enseñaré lo que yo he hecho...